El conflicto es inevitable en cualquier relación, ya sea romántica, familiar o profesional. Sin embargo, la forma en que lo abordamos puede determinar si se convierte en una fuente de estrés o en una oportunidad para una mayor comprensión y conexión. Basándonos en las recomendaciones de “Superar el No” de William Ury y “Llegar al Sí” de Roger Fisher y William Ury, podemos aprender estrategias prácticas para resolver desacuerdos de forma respetuosa y productiva.
Estos libros, basados en la investigación sobre la teoría de la negociación en Harvard, se escribieron originalmente pensando en los conflictos empresariales y diplomáticos, pero sus mensajes centrales son igual de valiosos en nuestra vida personal. En esencia, enfatizan en separar a la persona del problema, enfocándose en los intereses en lugar de las posiciones, y en construir un entendimiento mutuo en lugar de profundizar en las posturas opuestas.
Por qué un “no” no es el fin
Cuando alguien nos dice “no” en un desacuerdo, a menudo puede provocar una actitud defensiva, frustración o incluso aislamiento. Sin embargo, un “no” suele ser señal de que una persona se siente ignorada, insegura o acorralada. Según el libro “Supere el no”, la clave para resolver un conflicto no es vencer la resistencia, sino desarmarla creando un ambiente de respeto y curiosidad.
En lugar de ver un “no” como un muro, podemos empezar a verlo como una oportunidad para explorar lo que más le importa a cada persona involucrada en el desacuerdo.

5 principios para resolver conflictos en nuestras relaciones
- Sal a la luz
Antes de reaccionar emocionalmente, haz una pausa. Mentalmente, “sal a la luz” para obtener perspectiva. En lugar de reaccionar impulsivamente, da un paso atrás para comprender qué está sucediendo, tanto dentro de ti como en la conversación. - Separa a la persona del problema
A menudo, en los conflictos, convertimos involuntariamente a la otra persona en el enemigo. Pero cuando separamos el problema del individuo, podemos colaborar en lugar de competir. Este cambio de mentalidad nos permite abordar el problema juntos. - Enfócate en los intereses, no en las posiciones
Las personas a menudo discuten sobre posiciones de suma cero (por ejemplo, “Quiero que me llames más” vs. “Necesito espacio”). Detrás de esas posiciones se esconden intereses más profundos como la conexión, la autonomía o el respeto. Identificar estas necesidades humanas compartidas es el primer paso hacia soluciones significativas. - Construye un puente hacia el beneficio mutuo
Busca opciones que satisfagan los intereses subyacentes de ambas personas. Intercambiar ideas juntos puede revelar maneras creativas de satisfacer ambas necesidades. Este es el arte de llegar al “sí”. - Persiste con respeto
Incluso cuando el conflicto se intensifica o las emociones están a flor de piel, mantén la calma y persevera en la búsqueda de una solución. El respeto genera confianza, y la confianza posibilita la resolución de problemas.
Ejemplo en acción: Una pareja que aborda sus necesidades de comunicación
Imagina a Sarah y Alex, una pareja que ha estado discutiendo sobre cuánto tiempo pasan hablando durante la semana laboral. Sarah se siente desconectada y quiere tener conversaciones más largas al final del día. Alex, por otro lado, se siente agotado después del trabajo y necesita un momento de tranquilidad y respiro.
Su conflicto se ha convertido en un ciclo de expectativas incumplidas y resentimiento.
En lugar de discutir posturas (“¡Nunca quieres hablar!” vs. “¡Esperas demasiado!”), deciden probar un nuevo enfoque. Hacen una pausa, salen a la luz metafórica y se toman un tiempo para comprender sus intereses más profundos. Sarah se da cuenta de que su deseo de conversar surge de una necesidad de cercanía. La reticencia de Alex surge de la necesidad de recargar energías tras un día ajetreado.
Una vez que identifican estos intereses, empiezan a pensar en opciones. Juntos, acuerdan tener una breve llamada para ponerse al día después del trabajo, donde Sarah se siente conectada y Alex no se siente abrumado. También deciden planificar una cena semanal donde ambos se desconectan y conversan con mayor profundidad, dándole a Sarah el tiempo de calidad que tanto anhela y a Alex la capacidad de prepararse mentalmente.
Este pequeño cambio, en el que las personas pasan de posiciones a intereses, y de reaccionar a colaborar, puede ayudar a reducir la tensión y a generar confianza.
Reflexiones finales
Los conflictos en las relaciones no tienen por qué dividirnos. Cuando se abordan con franqueza y habilidad, pueden ser la puerta de entrada a conexiones más sólidas y resilientes. Al utilizar las estrategias de los libros “Superar el no” y “Obtenga el sí”, podemos abordar los desacuerdos como oportunidades para comprendernos mejor y cocrear soluciones que satisfagan las necesidades de todos
Recursos para lectura adicional
• Supere el no de William Ury
• Obtenga el sí: El arte de negociar sin ceder de Roger Fisher, William Ury y Bruce Patton
• El instituto Gottman – Recursos para la comunicación en nuestras relaciones y la resolución de conflictos
Si se encuentra atrapado en conflictos recurrentes, trabajar con un psicólogo licenciado puede ayudarle a usted y a sus seres queridos a desarrollar las habilidades para afrontar los desafíos con más compasión y claridad.